sábado, diciembre 06, 2008

¿Nos quedaremos mirando? (Estrategias para cubrir la violencia, desde otros sitios)

Llevábamos varias preguntas de plato fuerte para el desayuno. "¿Cómo construir temas sociales en este contexto de violencia desatada? ¿Qué temas podemos aportar las y los periodistas sociales cuando los muertos y los ajustes de cuentas entre narcos acaparan los titulares? ¿Hay alguna agenda alterna, pero vinculada, que podamos aportar? ¿Cómo podemos alumbrar otros sitios que no estamos viendo? ¿Hay alguna manera de dar un paso atrás y contar desde ese lugar? ¿O nos tenemos que conformar con mirar los destrozos?"

La batería de preguntas la dirigimos a nuestra invitada de lujo, la maestra colombiana de periodismo, María Teresa Ronderos. Ella, sencilla y experta, comenzó a responder nuestras dudas con una reflexión: "En nuestras notas los ciudadanos que padecen la violencia siempre salen como víctimas, siempre llorando, siempre los representamos tristes, sin ideas, sin opciones, sin derechos, sin poder. Nunca les preguntamos '¿qué cree que pueda hacerse?, ¿dónde siente que le están fallando? ¿cómo resolvería usted este problema?' No hemos contado las historias de superación, de coraje, de derechos que empoderan a la gente".

Con esta primera sacudida comenzó la charla de más de 3 horas que una veintena de perodistas mexicanas (19 mujeres, 1 hombre) tuvimos hoy con Ronderos. Estas son algunas de las notas que tomé (y que me di la licencia de aderezar) de esta entrañable charla que nos da muchas pistas para reportear:



*Los imaginarios colectivos del terror hacen que la gente borre los buenos recuerdos, que su autoestima caiga, que piense que todo está perdido. Nosotros tenemos que recuperar historias para que la gente se reconcilie consigo misma. De manera que, después de que un ciudadano vio a un hombre decapitado afuera de su casa o de que dejó de salir a la calle -traumado- por los atentados terroristas de Morelia, sienta que la vida no se acabó, que la vida sigue.

*Evita los estereotipos sobre "los violentos". El cliché es que los jóvenes-pobres son violentos y futuros criminales. Nosotros tenemos que buscar historias que los presenten de otra manera, que no alimenten esos estereotipos injustos. (¿Por qué no buscar en Morelia, por ejemplo, un grupo de jóvenes-pobres que están recuperando los lugares públicos y haciendo cosas positivas, e informarle de eso a la gente?)

*Señalar las faltas, pero reconociendo también los logros. ("Hemos logrados hasta aquí en temas educativos, nos falta esto).

*Con nuestra información podemos empezar a reflexionar sobre la violencia. Nosotros no somos los que tenemos que dar las respuestas, pero sí propiciar que la gente debata, discuta, cree los espacios de autorreflexión que la sociedad necesita. (¿Por qué estamos metidos en este nivel de violencia? ¿Qué queremos como sociedad? ¿Por qué y de dónde sale todo esto? ¿Qué hace el terror a la sociedad? ¿Cómo la violencia le ha cambiado hábitos o enfermado a la gente? ¿Los medios podemos ayudar a la gente a resistir, a construir otro imaginario que no sea el del terror?)

*El narcotráfico potenció problemas sociales previos. El narcotráfico fue la respuesta a algo. El problema que lo generó existía desde antes. Si hay cientos de sicarios (o si resulta cierto el cálculo de que 500 mil mexicanos son narcos) entonces no es un problema de locos solitarios, es un problema social, colectivo, extendido, y como tal hay que abordarlo. Tenemos que indagar (con investigadores, organizaciones,académicos, etc) qué lo propició, para entenderlo.

*Cruza los temas de la violencia con los temas sociales que nos ayuden a reflexionar sobre la sociedad que tenemos. (¿Quién educó a los narcos? ¿No tuvieron oportunidades en sus lugares de origen? Haz historias del barrio más violento. ¿Qué se está haciendo mal? ¿Es cierto que en esas zonas los niños desertan de las escuelas en primaria? ¿Qué quieren ser de grandes los niños de esas zonas? ¿Por qué la escuela no los retiene? ¿Qué tienen que decir Los Zetas de la falta de oportunidades, o de acceso a la educación, o de ascenso social? ¿Por qué se generó la volencia de esta gente, de dónde viene la bronca, por qué la saña, por qué necesitan demostrar que son autoridad? ¿La bronca es por la inequidad de oportunidades, porque pocos tienen mucho y muchos tienen poco? ¿Su enojo expresado contra la autoridad es una rabia de clase? ¿Tienen una historia distinta a los policías que matan?)

*Aunque sean más difíciles de hallar, busca también las historias de resistencia (que las hay). La sociedad tiene que enfrentar culturalmente al narcotráfico y a la violencia.

*Entrale al debate desde el campo que cubres. (Si cubres salud, entonces podrías investigar: ¿Qué problema de salud pública se genera si se legaliza la droga, como están proponiendo?, ¿Qué está pasando en los hospitales de las zonas donde hay más muertos por la violencia? ¿Tienen capacidad de responder (y de paso aprovecha para abordar los problemas estrucurales de los servicios de salud)? ¿Existen médicos expertos en salvar víctimas de atentados, etc...?)

*No hay que hacer de voceros de los narcos ni reproducir sus discursos, pero sí hablar con narcos para preguntarles otras cosas, qué quieren, por qué están metidos en esto, qué quieren decir en su ausencia de diálogo. Pero, al hablar con ellos, no debemos de hacer apologías ni presentarlos como los pobres diablos que no tuvieron oportunidades y fueron producto de su circunstancia, también hay que confrontarlos con sus actos, con las consecuencias que tuvo su violencia, con el mal y el dolor que causaron.

*La gente tiene derecho a tener miedo de hablar y a negarse a darte una entrevista. Si hablan, los pueden matar. Ellos se quedan solos, tú haces tu nota, te vas y no vuelves. Tú te quedas a salvo, ellos no. La estrategia obvia es proteger la identidad de las personas que te dieron información, no sólo cambiándoles el nombre, también --si es necesario-- falseando el nombre del pueblo o barrio donde viven para que no los reconozcan. Eso sí, tienes que conseguir al menos 3 fuentes que no se conozcan entre sí, y si es posible un documento, para dar por buena la versión de cómo ocurrieron las cosas según la propia gente.

*Los reportajes sociales, obviamente, siguen siendo importantes. La violencia es estruendosa, las notas que nosotros hacemos (sobre temas de salud, educación, ecología, etc..) en la vida cotiadiana son necesarios e indispensables para la gente. No tenemos que dejar que los temas de violencia acaparen todas las noticias y dejen afuera los temas sociales que nos impactan a todos.

La charla se extendió a otros temas. Uno de ellos fue cómo cuidarnos a la hora de reportear esta violencia, pero ese será tema de otro día. Sólo me basta decir que salimos inspiradas de la charla, y pensando, pensando mucho.

1 Comments:

At 20:53, Blogger Priscila Hernández Flores said...

Hola Marcela
Muchas gracias por compartir las reflexiones de este taller. Gracias, porque muchas veces en la cotidianidad reporteril podemos sentir que no hay forma de contribuir a revertir esta violencia que vivimos.
Te leo y recuerdo una crónica de un Torneo de Futbol de Chavos de Pandillas y que durante 2 días estuvieron jugando para de ahí sacar a los mejores equipos que concursarían con chicos de otras pandillas en otros estados de México.
A veces pienso que debía inmiscuirme más en temas de narcotráfico porque los temas que trabajo están centrados a temas sociales y me alegra leer que todo está vinculado y que no debemos centrar todo en la violencia y en la sangre que impacta: “ La violencia es estruendosa, las notas que nosotros hacemos (sobre temas de salud, educación, ecología, etc..) en la vida cotiadiana son necesarios e indispensables para la gente. No tenemos que dejar que los temas de violencia acaparen todas las noticias y dejen afuera los temas sociales que nos impactan a todos”.
Gracias muchas gracias por ser generosa y compartir esto con los demás Colegas.
Abrazos y felicidades por tu ardua labor en pro de los derechos humanos y un México más justo y equitativo.
Con admiración
Priscila Hernández

 

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